El café: un regalo de los ángeles

El café llego a la tierra de la mano del hermoso Arcángel Gabriel, es un regalo de Dios a los humanos. El Arcángel Gabriel es el Mensajero Divino: el que anunció el nacimiento de Jesucristo. Su nombre islámico es “Djibril”. Se le conoce como el ángel de la anunciación, ángel de la revelación, de la verdad, del consuelo, de la pureza, mensajero y portador de buenas noticias y es el ángel de la comunicación y de las artes.

En el islam, Gabriel fue el arcángel que envió Dios a mandar las revelaciones a Mahoma, dictándole el Corán. Un día Alá, vio a su profeta enfermo, atribulado por una gran cantidad de tareas y problemas por resolver, entonces le envió al arcángel Gabriel con un regalo que lo animará y le diera consuelo. Un presente «Negro como la piedra negra de la Kaaba». Gabriel le entregó esta bebida negra y amarga que inmediatamente lo reconstituyo. Mahoma, buscó un nombre para esta bebida celestial y la llamo Kawa. Y así el café llegó al mundo.

Que hay en común entre el Arcángel Gabriel y el café: Yo pienso que el café tiene mucho de estos atributos angelicales de Gabriel, principalmente favorece la comunicación y es un mensajero.

En una mesa cuando compartimos un café con alguien nos comunicamos, nos damos mensajes. En las mesas de café se han planificado revoluciones, se han escrito libros, poemas, compuesto canciones. Un café nos ayuda a enfrentar los problemas, a pensar, en soluciones, igual que a Mahona nos da consuelo y fuerza. El café esta vinculado a momentos de creatividad o revelaciones, es inspirador. Los artistas de todo el mundo toman café. El café, se comparte con un amigo, con un amor, se sirve para cerrar un trato de negocios o luego de la comida en familia. Un café en la mañana es el primer regalo del día y nos reconforta en las tardes.

A mí el café me ha dado sustento y el pan de cada día. En la  mañana una taza de café, me da los Buenos días  y me hace agradecer el momento mágico en que mis labios tocan el café y puedo sonreír para dar la bienvenida al nuevo día.

Quizás con cada taza de café que tomamos , un ángel se posa tras nosotros, un ser alado como los de Win Wenders en «El Cielo sobre Berlín» o «Tan Lejos y tan Cerca». Un ángel como el de la película : Raphaella: hermosa, compasiva, que esta pendiente de nosotros, un ángel protector como Gabriel que nos abraza.

 

 

 

 

 

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